jueves, 4 de agosto de 2011

Reflexiones de Luka

El Ogro, La Guerrera y El Caballero



Ángela. Anderson. Una mujer misteriosa. Un guerrero formidable.

La Ángela que conocí era una mujer distante que se preocupaba por los demás, eso fue lo que me empezó a desconcertar de ella. Sabía que era del reino de los guerreros y lo que me desconcertó fue su dolor y su gran angustia ante el sufrimiento de Sergio, eso fue lo que me hizo cambiar mi punto de vista acerca de ella. En un principio pensé que sólo lo utilizaba, pero al verla así, tan preocupada, no me cupo duda que sus sentimientos hacia Sergio, eran sinceros.

El Pesadilla Anderson que conocí era un guerrero sanguinario, la perfecta máquina de matar que no tenía ni un gramo de compasión ni ante los ogros ni ante los caballeros, pero en su lucha conmigo me perdono la vida, eso hizo reconsiderar mi opinión de él, lo admiraba y ansiaba luchar con él de nuevo, pero esta vez no como enemigos sino como soldados. Al luchar con él, planeaba dejarlo vivir luego, eso sí, nuestra lucha tenía que ser en terreno neutral, como la vez anterior, si Pesadilla Anderson entraba en nuestro territorio, tenía que matarlo, ese era mi deber. Pero… Ángela y Anderson eran la misma persona, esa mujer que parecía un ángel puro y ese guerrero con un honor inigualable eran la misma persona. ¿Por qué? ¿Por qué ella hizo eso?

Recordé la primera vez que me salvó, mi primer encuentro con Pesadilla Anderson. Recordé cuando Ángela me arrebató mi arma y me salvó de ese ogro y no una sino dos veces ¿Por qué se arriesgó de esa forma por un caballero?

“¿Por qué se delató frente a ti así como así?” recordé esa pregunta de Sergio. Esa era la pregunta que me martirizaba ¿Por qué?

Ella era Pesadilla Anderson, sus movimientos ágiles, su rapidez inigualable, su perfecta precisión. Recordé sus ojos al ver a ese ogro, mostraban odio puro. Cerré los ojos al escuchar sus gritos cuando estuvo en sus manos ¿Cómo pudo levantarse después de aquello?, ¿Por qué la detuve en ese momento? Ese ogro iba a matarla por mí, no tenía que haberla detenido, pero…

Golpeé la mesa ante mi confusión. Ella era Pesadilla Anderson, nuestro enemigo, no podía dudar, no ante el mejor guerrero que haya existido.

Debía matarla, debía proteger al reino, a mi familia, a Sergio, tenía que protegerlos de ella. Los guerreros mandaron a masacrar a todo un pueblo, no tenían alma.

Las imágenes de Ángela salvándome y siendo herida por el ogro se reproducían en mi cabeza, estas imágenes me perseguían hasta en mis sueños.
Si ellos estaban aliados con los ogros ¿Por qué ese odio en su mirada? Todos, sin excepción, eran unos sanguinarios. Pesadilla Anderson no era la excepción, Ángela no era la excepción. Tenía que cumplir con mi deber, trajera las consecuencias que trajera. Ángela era el mejor guerrero que pudiera existir, si iba a matarla tenía que ser ahora que estaba débil, sin posibilidad de protegerse, el problema era Sergio, él no me dejaría acercarme a ella, me lo dijo claramente, moriría defendiéndola.

Sergio era un traidor ¿Cómo pudo hacernos esto a nosotros? A su familia, y todo por ella ¿Qué había en ella que te hacía dudar al matarla? ¿Qué tenía? Odiaba a Ángela por hacerme pelear con Sergio, esa era otra de mis razones para matarla. Si ella no estuviera aquí nada de esto estaría pasando. La mataría y todo acabaría.

—Luka —alcé la vista ante el llamado de Mary. Estaba en la mesa de la cocina, viendo por la ventana la luna, era luna llena. Mis manos estaban hechas puños, reteniendo todo mi odio y dolor ¿Cómo explicar odiar a una persona y al mismo tiempo no hacerlo? —Llevas días así ¿Qué sucedió?

—No es nada —respondí volviendo a sumergirme en mis pensamientos. Su cuerpo se sentó en la silla de enfrente, reclamando mi atención.

—Te conozco bien Luka, nunca eres tan serio a menos que algo grave te suceda —sus ojos cafés me penetraron. Aparté la vista al recordar unos ojos azules que me vieron de igual manera. —Llevas varias noches que despiertas sudando, te quedas aquí hasta que amanece y llegas muy tarde a casa. Soy tu esposa y te apoyaré en lo que sea.

—Mary, esto es más complicado de lo que piensas.

—Es Ángela ¿cierto? —le miré con sorpresa y confusión. No le había mencionado nada de esto a Mary desde que ocurrió el incidente del ogro. —Hoy, por pura casualidad, me encontré con Sergio, se ve muy decaído. Me contó que Ángela fue herida en el ataque del ogro y que ya lleva quince días sin despertar —me miró fijamente. —Los mismos días que llevas tú en este estado. No sé qué ocurrió, pero sé que te peleaste con Sergio por Ángela.

— ¿Él te lo dijo? —negó con la cabeza.

—No te menciono en ningún momento —se rió. —Ustedes parecen unos niños cuando se pelean, actúan como si el otro nunca hubiera existido.

— ¿Qué opinas de Ángela? —me miró largo rato antes de responder.

—Nada más he podido hablar con ella una vez, pero sé que no es una mala persona, se nota que le falta tacto al interactuar socialmente, se muestra cortés y hace un increíble esfuerzo por encajar, pero sus ojos delatan que no está acostumbrada a estar en multitud. Ella es muy singular, se muestra distante pero al mismo tiempo te inspira la confianza suficiente como para poder contar con ella para lo que sea, podría confiarle mi vida y sé que la protegería a cualquier costo. Me parece que Ángela es leal, y una persona con un gran corazón —me le quedé mirando, haciendo que se sonrojara.

— ¿Eso fue una primera impresión? —desvió la vista con nerviosismo.

—Sabes que me gusta estudiar a las personas —se defendió.

—También sé que tus impresiones nunca fallan —me levanté y me aproximé a la puerta.

—Lucario —me detuve, pero no me volteé a mirarla. —Piensa muy bien lo que vas a hacer —giré la cabeza para mirarle de reojo. Mary tenía el don de decir las palabras exactas en el momento indicado.

—Eso haré —salí del lugar.

Empecé a caminar sin ser consciente del cantar de los pájaros o los rayos del sol, que nos saludaban. Sergio me dijo que debía darle una oportunidad a Ángela, pero él estaba enamorado, haría cualquier cosa por ella. Mary me dio su opinión, las valoraba mucho, Mary nunca fallaba al dar su primera impresión sobre cualquier persona. Pero faltaba la más importante, mi opinión. Debía esperar a que la casa estuviera sola, con Sergio allí ni siquiera podía mirar a Ángela. Dudaba que Elisa me dejara acercarme, esa mujer tenía el don más peligroso de todos, sabía a la perfección lo que pensabas con sólo echarte una ojeada. Y Ro, ella era una niña, no podía matar a Ángela frente a ella.

Ángela seguía dormida, no podía responder mis dudas, pero me bastaba sólo verle el rostro para poder matarla sin remordimientos. Ella me había salvado y se lo agradecía, pero no podía devolverle el favor. Sólo necesitaba verla y luego cumpliría con mi deber. Con su muerte salvaría a los caballeros y acabaría con la guerra, sin Pesadilla Anderson en nuestro camino, todo sería más sencillo. Su muerte era un beneficio demasiado valioso como para dejarlo pasar. Después de terminar de objetivizar mi opinión acerca de ella, le daría el golpe de gracia y terminaría con todo. Así debía ser. Ella era un guerrero y yo un caballero, era nuestro deber acabar con la vida del otro, después de todo no éramos nada más que enemigos.
*************************************
Hola, este es un pequeño relleno del fic. Como ven no aporta nada nuevo a la historia, por eso no lo incluí como capítulo oficialmente, sin embargo me parecía que este personaje tenía que explicarse mejor y por esta razón escribí algunos de sus pensamientos y lo publiqué por aquí para quien esté interesado o se haya confundido con las acciones del personaje. Más adelante incluiré otros rellenos, a medida que la historia vaya avanzando más personajes tendrán que hablar y así mostrarnos un poco de su importancia para la historia.

2 comentarios:

  1. Si bueno yo lo entiendo en verdad, pero aun así se nota que no esta siendo muy imparcial. Él dice que necesita tomar una decision, pero yo lo veo bastante decidido. Quiere matarla, a pesar de todo...No se Luka, me parecer genial, en verdad espero que no haga una locura. Tiene que pensarlo con tranquilidad, espero..je
    Besos!!

    ResponderEliminar
  2. Para TammyTF: Sí, la verdad es que Luka se muestra muy decidido con respecto a matar a la guerrera,pero se ve que en varias ocasiones duda sobre eso y es que su orgullo de caballero no lo deja pensar de otra forma. Vamos, lleva toda una vida odiando a los guerreros y no puede dar un paso atrás solo por uno. La verdad es que está viviendo un tormento dentro de su mente, pobre... XD
    Gracias por siempre comentar y no dejar que me desanime ^-^

    ResponderEliminar