viernes, 25 de noviembre de 2011

Un "agradable" viaje a la playa

Hola a todos!!
Les traje una pequeña historia o mejor dicho relato. Es 100% real. Me sucedió hace ya algunos años y de verdad que no me gustaría repetir la experiencia. Aquí les dejo mi historia:

Un "agradable" viaje a la playa


Un fin de semana en la playa, compartiendo con la familia. En todo el día disfruté del mar, de los juegos con mis primos y de ver a mis padres en la orilla, charlando. A ese viaje fuimos una prima, un primo, mis padres, y yo. Después de disfrutar de la playa fuimos a la posada, ya era muy tarde como para andar por ahí, además la posada tenía piscina. Nos "quitamos" la arena y nos zambullimos en la piscina, sólo salimos a comer y ya eran como las siete de la noche.
La posada era una vieja casa de madera, tenía un inmenso patio, donde estaba la piscina y algunos árboles de frutos. El interior era sencillo y al mismo tiempo elegante, tenía mesas de madera, pero con grabados tan finos, que le daban clase; también habían objetos de cristal y varios cuadros, y fotos. Desde que habíamos entrado me llamó la atención una foto donde aparecía un hombre, ya avanzado de edad, estaba sonriendo junto a una señora, que supuse yo, sería su esposa.
Al terminar de comer, todos nos quedamos un rato charlando en el patio. Contabamos anécdotas de la familia y recordabamos con exactitud los detalles. Nos fuimos a acostar a eso de las once u doce. Mis primos y yo compartiamos habitación. La habitación contaba con una litera y una cama. La cama estaba en todo el centro de la habitación, y la litera al lado derecho de la cama. Mi primo se acostó en la parte de arriba de la litera, mi prima en la cama del centro, y yo en la parte de abajo de la litera.
Saqué mi mp3 al no poder conciliar el sueño, y poco a poco la música me transportó al mundo loco de mis fantasías. No recuerdo ni con qué soñé o si soñé algo en tal caso, el punto es que desperté cuando se acabo la música, observé el aparato y descubrí que se quedo sin baterías, rodé los ojos y en ese instante recordé que en mi bolso había traido un repuesto de baterías. Como mi bolso estaba al lado de la litera sólo tenía que sacar el brazo y alcanzarlo, ni siquiera tenía que bajarme de la cama. Pero me detuve al ver a mi prima sentada, dándome la espalda y tocando un objeto entre sus manos, parecía como si estuviera mandando un mensaje de texto. Era extraño todo esto, primero porque mi prima debería de estar dormida, segundo porque podía mandar el mensaje desde su cama y tercero el supuesto celular no irradiaba luz al tocar las teclas. Le llamé pero me ignoró, me dio igual, con tal, sólo quería escuchar música y ella estaba sobre mi bolso.
Mientras pasaba todo esto, mi mano, que sotenía el mp3 había estado toqueteando el botón de encendido, y justo cuando iba a tocar a mi prima, el mp3 irradió la luz respondiendo a mi desesperación u obstinación porque diera señales de vida. La luz inundó la habitación y por unos segundos mi prima desapareció de mi lado. Observé su cama y ella estaba profundamente dormida. La luz del mp3 se apagó y de nuevo apareció mi "prima" al lado de la cama.
Eran idénticas, por eso las había confundido. Se me puso la piel de gallina, y sentía que el calor abandonaba mi cuerpo, me quedé estática sin saber qué hacer en ese momento. Mi "prima" que ahora sabía que era un fantasma, nunca me miró, parecía no importarle mi persona. Ahora era más que obvio que no podría dormir y lo único que me calmaría sería escuchar música, pero el fantasma estaba sobre mi bolso, que contenía las baterías.

Pueden decirme loca, hasta el día de hoy creo que lo soy. Con cuidado me acerqué a mi bolso y me imagino que atravesé alguna parte de su cuerpo inmaterial, y digo que me lo imagino porque no lo vi. Conocía a la perfección mi bolso por lo que no me hacia falta ver para saber en qué bolsillo estaba buscando. Saqué las baterías, se las puse al mp3 y me alejé todo lo posible del fantasma, que seguía agachado como si nada hubiera pasado.

En la mañana, el señor que nos alquiló la posada, nos contó que esa casa había sido de una familia (lógico ¿no?) y decidieron alquilarla para los turistas después de la muerte de la esposa y la hija. Recordé la noche anterior y salí de ese lugar con sólo una idea en mente: jamás volver a pisar el interior de ese lugar.
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Bien, lo admito. No es tan traumatico o al menos no suena así, pero entiendanme, soy una miedosa. Me asusto facilmente, así que no hacía falta mucho para ponerme la piel fría. Hasta el día de hoy no he vuelto a hospedarme allá, ni siquiera me he vuelta a acercar a la casa y los demás que la han ocupado, nunca han dicho u opinado nada con respecto a otro "huesped" Así que yo quedo como la loca o algún sinonimo parecido.
Espero que se hayan entretenido con este corto relato de mi vida n_n

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